Pulsera de rodonita australiana A (bolas de 7-8 mm)

Pulsera realizada con cuentas de rodonita australiana de 7-8mm.
Los patrones y colores pueden variar de una pulsera a otra.

La rodonita es un hermoso mineral perteneciente al grupo de los silicatos y a la familia de los piroxenoides. Sus principales componentes son el manganeso y el silicio, con inclusiones de hierro, magnesio y calcio. Dependiendo de los elementos que la componen, la rodonita puede presentar diversas tonalidades, como gris, marrón o rosa. En ocasiones, esta piedra es de color rojo oscuro.

De color rojo rosado, es translúcida, rara vez transparente. Su brillo es vítreo y perlado, y su exfoliación es perfecta. La rodonita se forma durante la metamorfosis de yacimientos de mineral de manganeso sedentarios. Este proceso le confiere su hermoso color rosa gracias a la oxidación natural de las vetas negras de dióxido de manganeso debido a las fuertes lluvias.
Tiene una dureza de 5,5 a 6,5 en la escala de Mohs, lo que le otorga una dureza media. A modo de comparación, el diamante tiene una dureza de 10, la más alta en esta misma escala. Esta piedra se encuentra en forma de prismas o tabletas, dispuestas en agregados gruesos y masivos. Se encuentra en rocas metamórficas o en depósitos hidrotermales.
La piedra rosa se forma mediante una reacción de metasomatismo de contacto, un proceso geológico mediante el cual un mineral se sustituye por otro dentro de la misma roca, átomo a átomo, molécula a molécula. Este proceso da lugar a la creación de una nueva variedad de mineral.
En 1820, el químico y geólogo alemán Friedrich August identificó esta piedra por primera vez. Su etimología está vinculada a su color y proviene del griego rhodon, que significa rosa. Esta misma raíz se utiliza para otra piedra, la rodocrosita, una piedra de color rosa pálido con motivos blancos. Cabe destacar que la rodonita pertenece al grupo del granate, mientras que la rodocrosita es una calcita.
No existen leyendas ni mitos específicos en torno a la rodonita. Durante excavaciones arqueológicas, se han encontrado amuletos y otras joyas de rodonita que datan de la época de la antigua Grecia. Se decía que esta piedra protegía a su portador de los ataques de matones o de las inclemencias del tiempo.
Símbolo de protección y afecto, esta piedra rosa se le daba a los seres queridos para expresar sentimientos de bondad.
En el siglo XIX, esta piedra era muy admirada en Rusia. Cabe mencionar que el zar Alejandro II, emperador de Rusia de 1855 a 1881, enviudó en 1880. Tras la muerte de su amada esposa, decidió construir una tumba tallada íntegramente en un enorme bloque de rodonita de 40 toneladas. Ella adoraba la magnífica piedra rosa. Era el bloque de rodonita más grande jamás encontrado en el mundo. Se necesitaron más de 15 años para completar esta tumba rosa.
Hoy en día, la rodonita se puede encontrar en museos, palacios e incluso en una estación de metro de San Petersburgo. Jarrones, lavabos y columnas se han cubierto con esta fabulosa piedra. La rodonita también se utilizaba para decorar edificios. Actualmente se utiliza en joyería y en litoterapia.

Los diversos yacimientos se encuentran en Madagascar, Brasil, Australia, etc.

En litoterapia, la rodonita combina las propiedades calmantes del rosa con las virtudes protectoras de sus vetas negras. Por lo tanto, es una piedra protectora contra emociones negativas, como los celos, la frustración y la ira. Ahuyenta las relaciones románticas dañinas y excesivas, aquellas que ejercen un control excesivo.
Al repeler estas energías negativas, la rodonita fomenta la comunicación de calidad. Resuelve conflictos y palabras no dichas, especialmente entre hermanos. Fomenta la reconciliación. Así, permite afrontar los altibajos de la vida con serenidad, fortaleza y amabilidad.
Esta piedra suaviza a las personas excesivamente emocionales, nerviosas, estresadas y con timidez patológica. Proporciona apertura mental, enseñando a escuchar a los demás, compasión y tolerancia. La rodonita favorece el perdón, primero hacia uno mismo y luego hacia los demás. Conduce suavemente hacia la comprensión y la confraternización.
Este fabuloso mineral también ayuda a superar bloqueos y traumas emocionales del pasado. Da fuerza para afrontar un pasado doloroso o una mala experiencia. También se recomienda para parejas que necesitan fortalecer su relación y generar confianza. Además, la rodonita te ayuda a comprender que el resentimiento y la venganza no son soluciones. Fomenta el perdón.
En conclusión, la rodonita ayuda a la resolución de conflictos, la sanación emocional, la comunicación constructiva y el amor propio. También facilita el perdón en general y permite cerrar los procesos.