Pulsera AA turquesa Tibet (bolas 5-6mm)

BRA-TURQ-25
Origen: Tíbet
Grado: AA

Dimensiones:
Aproximadamente 17-18 cm: se adapta a todas las muñecas con un tamaño de 16-18 cm.

Pulsera realizada con bolas de turquesa tibetana de 5-6mm.
Grado AA
Los patrones y colores pueden variar de una piedra a otra.

El color turquesa no siempre tuvo este nombre. Los persas lo llamaron “Firuze” o “Ferozah”, que traducido significa victorioso. En Europa, este mineral recibió el nombre de “Calläis”, que se traduce como “piedra hermosa”. Luego, durante el siglo XVI, los franceses le dieron el nombre de piedra turca, luego turquesa.

La piedra turquesa está compuesta de fosfato hidratado de cobre y aluminio. Pertenece por tanto al grupo mineral de los fosfatos. Tiene un color que va desde el azul profundo hasta el azul verdoso brillante.

De hecho, es su contenido de cobre y hierro lo que le da a esta fabulosa piedra su color. Cuanto mayor sea el porcentaje de cobre, más intenso será el color azul. El cromo modula los tonos de verde y el hierro proporciona un color entre amarillo y marrón.

El contenido de hierro y cobre de la piedra depende de la naturaleza del terreno. Dependiendo del color del mineral es posible determinar su origen y dónde se encontraba la piedra. Se encuentra principalmente en lugares secos y áridos, como los desiertos de Afganistán, Irán, Turquía o Estados Unidos.

Esta piedra se conoce desde el principio de los tiempos. Sus orígenes se remontan a más de 6.000 años, en la época del antiguo Egipto. Cuando los arqueólogos abrieron la tumba de la reina Zar, reina de la primera dinastía egipcia, descubrieron que llevaba un brazalete decorado con turquesa. Incluso la máscara de Tutankamón estaba decorada con turquesa.

Los persas, por su parte, utilizaban este mineral como moneda para realizar trueques y obtener objetos valiosos. También creían que la turquesa los protegía del mal de ojo y de las influencias dañinas.

En el continente americano, un gran número de civilizaciones utilizaron la turquesa en la fabricación de máscaras, entre ellas, destaca la azteca. Es más, atribuían a esta piedra un poder tan poderoso que su dios del fuego recibía el apodo de “Maestro de la Turquesa”.

Los apaches dedicaron esta piedra a la Diosa del Cambio. Los cazadores colocaban una turquesa en sus flechas para no errar el objetivo. Los indios Navajo utilizaban este mineral por sus propiedades curativas. Con esta piedra también se hacían preciosas joyas que se vendían en todo el mundo.

En 1805, a raíz de los descubrimientos realizados durante las excavaciones arqueológicas en Egipto, aumentó la producción de joyas de turquesa. La fama de esta fabulosa piedra explotó y un estilo neoegipcio se extendió por toda Europa.

Hoy en día, el uso intensivo de la turquesa auténtica ha provocado el agotamiento de muchos yacimientos. Por ello, los precios de la turquesa han aumentado. Sigue siendo muy popular entre los joyeros.

Los principales yacimientos se encuentran en Sudáfrica, el Tíbet, Estados Unidos, Perú, etc.

El turquesa es una piedra que repele las energías negativas y las influencias dañinas de quienes te rodean. Las personas envidiosas, celosas o malas ya no llegan al portador de la turquesa. Esta piedra promueve la positividad y actúa sobre el temperamento. Te permite estar más sereno, más tranquilo y más seguro.

Se sabe que esta piedra aporta confianza y autoestima. Desarrolla el sentimiento de amistad. Hace que la persona sea menos desconfiada y más propensa a confiar. Genera sentimientos de compasión, empatía y cuidado hacia los demás. De esta forma fortalece las relaciones sociales, los intercambios, la amistad y el afecto.

Se dice que el turquesa promueve la creatividad, la imaginación y el sentido artístico. Además, distingue fácilmente el buen gusto del mal gusto, ya sea en el mundo de la moda o del diseño de interiores.

Al mismo tiempo, la turquesa es la piedra de la comunicación por excelencia. Ella ofrece una hermosa elocuencia y discursos estructurados e instructivos. Su portadora tiene hermosas cualidades vocales. Está especialmente recomendado para personas cuya profesión exige el dominio de la calidad de su comunicación (profesores, conferenciantes, vendedores, cantantes, etc.). También facilita la expresión escrita.